Equinoccio de primavera

Regreso del abismo
Del invierno
Como ascendiendo
De una ola

Una marea
Lenta y constante
Que sin aviso
Me arrastró a la oscuridad

¡Hay que ver! ¿cuántas veces lo he pasado?
Treinta y siete para ser exacto
Pero no hay manera
Por suerte o por desgracia, como dicen
Siempre me sorprendo en el abismo del invierno sin darme cuenta

Se me pasa inadvertido.
No sé que he caído hasta que una mañana primaveral,
de sol y pájaros,
me empieza a levantar.

Como una cuña, como un trino, como una marea.

Sé de donde viene,
viene de la tierra, del sol, del agua, de las estrellas o de todo el cosmos.
Lo que no sé, es de dónde me agarra.
Y tan lento como me ha hundido,
comienza sacarme

Bello ciclo, bello de verdad.
Cuando estoy en el abismo,
todo es oscuro y desolado,
Pero ¡cuán importante se convierte para poder ascender!
Abismo y montaña se complementan,
lo uno no existe sin lo otro.
Vaya paradoja.
¡Bienvenido ascenso de la luz!


P.D.:
No me avises, por favor, una vez más, sorpréndeme.

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